jueves, 27 de octubre de 2011

De película

   Se acerca un puente, buena oportunidad para encerrarse en casa a ver películas, sobre todo si no hay que hacer la ruta de los cementerios (la fecha obliga) o marcharse a alguna casa rural a enfadarse con los amigos de toda la vida. Tercera vía: marcharse a la casa rural con las películas. O salir a pasear bajo la lluvia, pasar por el cementerio y después atiborrarse de buñuelos y huesos de santo, que es lo que toca en estas fechas. 

   Valga esta introducción para dejar claro que hoy estoy poco inspirada, así que voy a utilizar la falta de inspiración como excusa para endilgarles mi lista de diez películas favoritas, esas que veo una vez y otra vez y de las que he conseguido hasta aprenderme los diálogos con el paso de los años. Como esto no es un blog de cine, de paso aprovecho para recomendarles uno que sí lo es, y que lo hace un buen amigo mío que sabe lo que no está escrito del asunto (www.imitationlife.com). Aquí van, sin order de preferencia:

- "La costilla de Adan", de Spencer Tracy y Katherine Hepburn, esa mujer que me hubiera gustado ser de no haber sido yo.
- "Sabrina", versión original con Audrey Hepburn decidiendo si se casa con William Holden o con Humphrey Bogart...vaya dilema!. La versión moderna con Harrison Ford tiene un pase, pero no más.
- "Gigante": no le falta de nada, Elizabet Taylor, Rock Hudson sin salir del armario haciendo de cow-boy, James Dean, petroleros catetos versus ricachones de la Costa Este, Sal Mineo y Dennis Hopper haciendo papelitos secundarios. Valor seguro para una tarde larga porque dura más de tres horas.
- "Eva al desnudo": sólo por ver a Bette Davis soltándole frescas a todo el que se pone a tiro.
- "Imitación a la vida"; la película que da nombre al blog de mi amigo y el melodrama por excelencia, con Sarah Jane, la mala más mala de la historia del Séptimo Arte robándole planos a la mismísima Lana Turner.
- "Con la muerte en los talones": para mí, la mejor del duo Hitchcock-Cary Grant.
- "ET": pequeña concesión al cine moderno, viéndola, fue la única vez en mi vida que sentí ganas de tener una mascota, algo que no me ha vuelto a ocurrir.
- "Con faldas y a lo loco": una imagen vale más que mil palabra en este caso.



-"Casablanca": donde más se bebe y más se fuma en la historia del cine, y con una canción inolvidable.



-"Lo que el viento se llevó": LA PELICULA! He tenido mis dudas sobre qué imagen incluir, porque todas son escenas memorables, pero ésta...no se si se ha conseguido hacer desde entonces algo más espectacular. Y para los iniciados en las salas de cine de antaño: se acuerdan que con esta escena se terminaba la primera parte y se podía ir al bar? A Dios pongo por testigo...



    Me acuso, todas son películas americanas...Si quieren ver alguna española pónganse "El Verdugo" de Berlanga, que aún no han conseguido superarla...Feliz dia de los Santos.

sábado, 22 de octubre de 2011

Que tiren la primera piedra

   Las frases bíblicas son muy útiles, traen moraleja y se recuerdan toda la vida. En estos días en los que la actualidad nos obliga a revisar nuestras conciencias, en los que gracias a unos pistoleros que dicen que van a soltar las pistolas todos los debates son intensos, todas las palabras son medidas y todas las réplicas encendidas, la frase bíblica viene bien para calmar los espíritus en lo que vamos pensando qué es lo que vamos a soltar después. Esta tendría que ser uan entrada seria (dada la actualidad) pero se me vino al pensamiento la historia de la mujer a la que iban a lapidar y Jesucristo soltando  aquello de que "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra" y se me juntaron en la cabeza los crímenes de los pistoleros con los pequeños delitos que cometemos todos cada día...salvando las distancias. Esto es lo que tiene escribir un sábado por la noche, tras una semana de infarto. 

    Así que, que tiren la primera piedra los que sean capaz de ir a buscar el pan y volver a casa sin pellizcarlo. Los que sean capaces de entrar en un Zara un día de diario por la mañana (esto es cuando todos los jerseys están colocados por colores y no hay cola para pagar) y volver a salir sin comprar nada.

   Que tiren la primera piedra los que al volver de las vacaciones en septiembre jamás se apuntaron a una academia de inglés ni a un gimnasio ni hicieron dieta. Si se atreven, de paso que lo proclamen a los cuatro vientos con testigos presenciales. Es imposible: no existe categoría de personas que cumpla con los tres requisitos.

   Sean alabados y arrojen la primera piedra los que en la vida se han saltado un semáforo que cambiaba a rojo en ese mismo momento ni han aparcado nunca en doble fila. Los que nunca han dicho pestes de los vecinos, o del perro de los vecinos. Los que son capaces de comprarse una lavadora y no empezar a usarla hasta que no se han leído todo el manual de instrucciones. Los que son habilidosos como para retirar el celofán de un DVD al primer intento. Los que nunca soñaron tener una casa llena de armarios empotrados para ellos sólos, sin tener que compartirlos con nadie de la familia.

   Y para terminar con la pequeña lista de delitos sin importancia, que tire la primera piedra quien no tenga un amigo liante, de esos que cuando aparecen por la puerta un sábado por la tarde ya se sabe que el fin de semana no tendrá nada que ver con lo que inicialmente se había planeado. O que la tiren aquellos que estén deseando que llegue la Navidad, para hartarse de comidas familiares, de cava del malo y de gastar dinero en comprar cosas inútiles por triplicado.

   Y de paso, que ya no tiren ni una piedra, ni una bala más  los malos de la película que dicen ellos que a partir de ahora van a ser buenos

martes, 18 de octubre de 2011

Uno por uno igual a uno

   En la España en la que yo crecí ser hijo único era una rareza. La mayoría compartíamos los cien metros cuadrados que nuestros padres compraban  con hipotecas al 14%, con tres o cuatro hermanos, un abuelo remanente, una tía soltera que venía (decía ella) a echar una mano y algún que otro pariente de paso. Precisamente lo que más envidiábamos de los hijos únicos era que tenían un cuarto para ellos solos y que no hacían cola en el baño por las mañanas. También nos preguntábamos como pasaban las tardes de domingo sin tener que pelearse con los hermanos por la Nancy o el Exin Castillos.

   Los hijos únicos tenían fama de caprichosos y consentidos, quizás a veces exagerada por todos aquellos que no lo éramos. Sí era cierto que, cuando la economía doméstica lo permitía, eran niños polifacéticos que tocaban el piano, hacían ballet, jugaban al tenis y celebraban fiestas de cumpleaños bastante mejores que la media. También el paso de los Reyes Magos era más generoso.  Quizás la fama de malcriados no fuera cierta en todos los casos, conozco muchos hijos únicos con la cabeza convenientemente colocada sobre los hombros, algo que no hubieran conseguido si sus padres les hubieran consentido tanto como cuenta la leyenda. Pero sí es verdad que no tener que pelearte con los hermanos te priva de un buen entrenamiento para la vida de adulto. 

    Con el tiempo esos hijos únicos se han convertido en padres de familia, a menudo numerosa por reacción a su soledad infantil y son ahora ellos quienes se ocupan de su prole y de sus padres  que se han hecho  viejos,   y  mucho más viejos que lo que a su vez  lo fueron sus padres; y  que sólo tienen en el mundo al heredero universal para que les saque las castañas del fuego. Han pasado de ser hijos únicos a cuidadores también únicos; quizás la Ley de la Dependencia debería haberse acordado un poco más de ellos, y más ahora, cuando gracias a la aldea global los hijos se van a vivir a tres horas de avión, y no a tres manzanas de nuestras casas. 

  El problema es que lo que era una rareza en los años de "Cuéntame" empieza a ser un fenómeno corriente en los años de Facebook: los hijos únicos abundan y mucho, y si nadie lo remedia, serán ellos los que tengan que hacerse cargo de sus ancianos padres que seremos nosotros, que viviremos (esperemos) muchos años en otra ciudad, o incluso en otro país; con unas pensiones que vaya usted a saber quién nos va a pagar y con la ayuda de estos pobres hijos que todos dicen que van a vivir peor que nosotros...da miedo sólo de ponerse a pensar...

   

miércoles, 12 de octubre de 2011

Por ser la Virgen del Pilar

    Y por ser la fiesta nacional, incluso por ser la fiesta de la Hispanidad, aquí les dejo una imagen que me envía una amiga desde Estados Unidos. 



    Una imagen vale más que mil palabras, o eso dicen, porque a mí las palabras siempre me han gustado más que las imágenes, y conseguir que me las guarde, un esfuerzo ímprobo. Así que añado texto aunque sea breve. 

   La Virgen del Pilar no me afecta porque no soy aragonesa, aunque tengo varias amigas Pilares a quienes envío calurosa felicitación por su santo, si es que hay alguien aún que felicite y festeje  los santos. La fiesta nacional sólo relativamente, porque como no vivo en España de todas maneras tengo que ir a trabajar.  La fiesta de la Hispanidad sí, e incluso haría un grupo en facebook (si sirviera para algo) pro fiesta sincronizada de todos los países de habla hispana una vez al año. 

   Resulta que hace hoy 519 años Colón se fue a hacer la compra a las Indias para llenar sus naves de clavo, pimienta y canela, y se topó con América, para su suerte, la de los Reyes Católicos y la de todos los españoles desde entonces. La suerte de los habitantes de América en un principio no fue tanta... véase el chiste.

   Y pasados 519 años América sigue dándonos tesoros, en mi caso concreto dos, que hablan, respiran, comen, duermen, crecen y me enorgullecen. Ya sólo por eso, que viva el descubrimiento!

martes, 11 de octubre de 2011

Angustias vitales

   Y de repente llegó a escena un ex futbolista argentino reciclado en entrenador y psicoanalista (para lo segundo con ser argentino basta) y dijo para justificar los malos resultados de sus jugadores que éstos cuando saltaban al césped del Bernabéu sentían "miedo escénico"; que debe ser algo parecido a la angustia del montón de cuartillas en blanco del escritor, o a la del lienzo en blanco del pintor, o al patio de butacas vacío del actor. O a ese sueño recurrente  que dicen los políticos que tienen antes de un mitin importante en el que se presentan ante miles de personas para hablar y lo hacen como Dios los trajo al mundo...Está visto que las angustias son también clasificables por oficios.

   Yo como soy funcionaria (repita el coro a mis espaldas "los funcionarios, ya se sabe") me pregunto qué tipo de angustia habré desarrollado con el paso de los años. dadas las características de mi oficio me debería preocupar el quedarme sorda pero si eso llegara alguna vez a quitarme el sueño, sería por no poder escuchar música o las voces de mis seres queridos; lo de la profesión ya veríamos cómo arreglarlo.   Así que como alguna preocupación hay que tener me he puesto a pensar y me doy cuenta que en mi vida hay dos angustias recurrentes, que paso a relatar para que aquellos de mis lectores y sin embargo amigos que se interesen por la psicología le encuentren alguna explicación freudiana y, de paso, me la cuenten. 

   La primera es que se acabe el papel higiénico en mi casa, o en casa ajena, por estúpido que parezca. Ya saben, en las casas de los solteros los rollos se compran en paquetes de cuatro, y en las familiares de veinte en veinte rollos, a pesar de lo cual un día se escucha desde el pasillo:
- "se acabooo el papeeel" (con cierto tono de urgencia y a la vez fastidio)
- "Y cómo es posible si hace nada miré yo y quedaban dos rollos" (responde el encargado, -a de la intendencia)
- "pues no se pero siempre me toca a miiiii" añade el damnificado.

   En las casas de la España post Guerra Civil, se troceaba el diario local una vez leído y se le daba un segundo uso en las posaderas, pero para los que hemos crecido con los anuncios del perrito de Scottex eso ya no es ni siquiera un recurso a considerar. Queda la opción Kleenex, que ya se sabe que es culpable de muchos atascos en los inodoros, y como dice Woody Allen: "yo no se si Dios existe, pero si existe seguro que no es capaz de encontrar un fontanero en Manhattan".  Así que yo, cuando voy al supermercado, toque o no toque compro papel higiénico, y cuando voy de fin de semana a ese invento patentado para que te quedes sin amigos que es alquilar una casa rural con los amigos, llevo ración doble para que a nadie le falte. Y si los fabricantes me hicieran caso harían paquetes de cien rollos y los entregarían a domicilio, y no les faltarían clientes.

   La segunda de mis angustias es menos prosaica y parece ser que compratida por muchos de mis amigos: las noches antes de viajar (sobre todo si es por vacaciones) sueño que pierdo el avión por el motivo más absurdo que se pueda imaginar, e incluso que salgo corriendo tras él pretendiendo alcanzarlo. No tiene nada que ver con una fobia a volar, pues cuando era pequeña y las monjas de mi colegio me llevaban de excursión, ya soñaba la noche antes que perdía el autobús. Parece ser una obsesión viajera fácilmente clasificable.

   Lo del papel higiénico, ahora que lo pienso, debe tener alguna explicación más enrevesada, o algún trauma infantil en su origen que se me escapa. Los interesados en la psicología y las ciencias del conocimiento humano pueden contactarme en estas páginas si encontraran explicación, les estaré eternamente agradecida.

jueves, 6 de octubre de 2011

Cayetana o la juventud eterna

    Envejecer es un fastidio y en lo que a mí me incumbre un fastidio triple. En primer lugar porque temo que mi hiperactividad va a refrenarse inevitablemente por falta de energía. En segundo, porque la vejez trae aparejadas una serie de partidas presupuestarias destinadas a fisioterapeutas, medicinas, podólogo  (antes callista)  y ortopedias varias que, francamente, estaría encantada de ahorrarme. Y en tercer lugar porque yo, cuando no tengo que ponerme el traje de luces por motivos laborales me pongo unos vaqueros, y me temo que con el paso de los años los vaqueros van a ser cada vez más convencionales, menos rotos y desgastados, y que llegará un momento en que lo sensato sea incluso dejar de usarlos...Un desastre!

   Me gustaría ser capaz de no resignarme a que todo esto me ocurra y para ello, y salvando las distancias,me he puesto como modelo  a esa mujer llamada Cayetana, de profesión Duquesa de Alba, que ayer sin ir más lejos decidió aplicarse una capa más de juventud casándose con un señor que tiene veinticinco años menos que ella y del que se confiesa estar enamorada. Cayetana ha vivido toda su vida como le ha dado la gana (lo cual siendo  una de las mayores terratenientes de España no debe ser muy complicado) y fiel a este principio se ha casado por tercera vez con quien ha querido y cuando ha querido, aunque previamente y para callar a su prole haya tenido que repartir su herencia que, con esa habilidad testamentaria que tiene la nobleza, se queda de todas formas en sus manos hasta nuevo aviso. 

    Cayetana estuvo a punto de quedarse en una silla de ruedas hace años, y encontró a un médico que la sacó de la silla y de la posición de la Vespa y la puso de nuevo en movimiento; movimiento que abarca tanto el subirse a un camello al lado de las pirámides como marcarse  unas rumbas en el Real de la Feria o seguir a Cayetano por todas las plazas de toros de la Península. Cayetana se viste de mercadillo ibicenco, lleva pulseras en los tobillos, biquini en la playa, va al cine al menos tres veces por semana, se tiñe el pelo de rubio platino y es todo un muestrario del colorido de la naturaleza entre vestido calzado y peinado...Y encima es feliz!!!!

   Y probablemente se sentía sola, porque la soledad viene de la mano con la vejez, y para ello ha encontrado remedio, y no está dispuesta a que un "quítame hayá esas fincas" le estropee la fiesta. Cayetana se encontró con un antiguo conocido, del que sabemos que es funcionario de un ministerio y poco más, se enamoró como la chiquilla que se empeña en no dejar de ser y se ha casado más cerca de los noventa que de los ochenta  en olor de multitudes y en presencia de una intimidad formada por algunos de sus hijos, sus ex-nueras, sus amigos, su médico y sus toreros favoritos. La gente le gritó guapa cuando salió a saludar tras la ceremonia y ella se arrancó  por soleares a la puerta del palacio para agradecer la presencia del coro popular. 

   Del novio sabemos poco, pero este verano concedió  una entrevista al diario El Mundo y cuando le preguntaron qué le atraía de ella dijo: "es la pera", que llegados los 85 años es un piropo mayor  y más interesante que "guapa" seamos claros . Ya me gustaría a mi, primero llegar a los 85 incluso con las piernas torcidas y sobre todo, que a esas alturas  me digan que soy la pera.

   

martes, 4 de octubre de 2011

La biblia en verso


   A veces olvidamos que en nuestra cultura la palabra escrita tiene mucha importancia, y que la mayoría de las leyes y códigos por los que se rige nuestra sociedad están recogidos en algún tipo de texto impreso, desde donde pueden perdurar por los siglos de los siglos. Por eso, los libros son instrumentos peligrosos y quienes andamos permanentemente rebuscando entre ellos, gente sospechosa. 

   Y la madre de todos los libros de la religión cristiana es la Biblia, esa gran desconocida y no por ello menos manoseada, que nos ha dejado para la posteridad algunas perlas con las que vivimos desde hace siglos sin que hayan perdido ningún sentido. 

   Empecemos con el Génesis. Recuerden, Adan y Eva en el paraíso comiéndose la manzana que no debían y como consecuencia "ganarás el pan con el sudor de tu frente": sólo unos pocos se ganan el pan con el sudor de la frente de las demás, el resto hacemos bueno el dicho. Y pocas líneas más abajo, díjole Dios a Eva: "multiplicaré los trabajos con tus preñeces, parirás con dolor a tus hijos y buscarás con ardor a tu marido que te dominará"...Veiuntiún siglos de dominación machista ya anunciados en la Biblia y solo desmentidos en parte por los esfuerzos de muchas mujeres y la ayuda de la peridural!

   El Génesis es literatura no apta para cardiacos, y no lo son menos el resto de los libros del Antiguo Testamento; como el Exodo, del cual  nos han quedado los diez mandamientos que Dios le entregaba a Charlton Heston (o era a Moisés?) de los cuales han salido algunas frases memorables como "no desearás la mujer de tu prójimo", que en la época de la igualdad de género debería reescribirse con un apéndice  "no desearás el hombre de tu prójima", porque los tiempos han cambiado y nos demuestran que lo de robarle la pareja al colega, funciona sea del género que sea.   Si se quiere rematar la sesión de lecturas con emociones fuertes y lenguaje explícito les recomiendo el Levítico, que yo leía a los quince años a falta de las obras del Marqués de Sade que no estaban en aquel entonces ni traducidas al castellano: "cualquier hombre que padezca flujo seminal en su carne será inmundo" (Levítico 15, 2)...Y esto es sólo el principio del párrafo...

   Repasando el Nuevo Testamento, se nos aparecen frases que utilizamos cada día y que no pierden ni intensidad ni razón de ser: "no sólo de pan vive el hombre"; otras menos acertadas: "bienaventurados los mansos porque ellos poseerán la tierra" (sobre todo si los mansos son los indios del Amazonas...) y otras universales: "y si alguno te abofetea en la mejilla derecha, muéstrale también la otra", Gandhi y Mandela, por poner dos ejemplos cercanos pusieron en práctica el dicho. Y por encima de todas "el que esté libre de pecado que tire la primera piedra", qué gran verdad ésta!

   Y luego hay algunas que no han pasado a ninguna posteridad, no forman parte de ningún cántico de los de la JMJ y no las publican en los carteles de la Semana Santa, pero cuánto bien le haría a la humanidad ponerlas en práctica de vez en cuando: una es la ya típica y tópica "amarás al prójimo como a tí mismo" (los psicoanalistas le han dado  la vuelta y aconsejan amarse sobre todo a uno mismo) y a ésta la complementa otra que no tiene desperdicio: "si peca tu hermano contra tí corrígele, y si se arrepiente, perdónale". Nos hubiéramos ahorrado una par de guerras mundiales, varias civiles y no menos intifadas, pero ya se sabe, la gente no hace caso de lo que ponen los libros...