jueves, 29 de marzo de 2012

Viaje con nosotros

   Entre hoy y mañana buena parte de mi entorno estará haciendo maletas, sacando tarjetas de embarque, regando plantas que se quedan en casa esperando la vuelta de los regantes y haciéndose ilusiones de descansar unos días en cualquier rincón de España e islas adyacentes. Como dice un amigo mío "en mi casa huele a viaje", que parece ser que es un olor particular que sólo detectamos los que nos pasamos la vida haciendo y deshaciendo maletas. Quienes  vivimos al norte de los Pirineos y no nos gusta esquiar, solemos aprovechar la Semana Santa para secar nuestros huesos en cualquier solanera de la madre patria, ya sea mar o montaña, y de paso contribuir un poco a PIB nacional ahora que está deprimido, y en particular, a día de hoy, en huelga. 

    Por cierto, escribo estas líneas sin saber cuál será el seguimiento ni las repercusiones de la huelga general, pero me parece altamente pintoresco todo el catálogo de cartelitos y anuncios supuestamente graciosos que muchos conocidos me envían por mail o Facebook afirmándose contrarios a la huelga y asegurando que de ella se sale trabajando (en dónde? ) y con chistes varios sobres los sindicatos y sindicalistas. Y lo que ya me parece más que pintoresco es que muchos de estos carteles y chascarillos me los envía gente que no trabaja porque no quiere, no porque no puede, que si se leyeron ustedes mi entrada "parados, parientes y productividad" es una especie existente en España...Somos como somos y no tenemos arreglo!

   Volvamos al sujeto viajero que es más atractivo y genera menos crispación. A los que nos gusta viajar no nos paran ni huelgas ni dificultades aeroportuarias ni los trabajos asociados al hecho mismo del viaje (dejar la casa cerrada, cortar miles de grifos y llaves, hacer maletas, reservar y pelearse con decenas de páginas web) pero es verdad que a  los que dependemos del avión se nos está poniendo la cosa cada vez más difícil, ahora que Ryanair se ha convertido en la reina del mambo y que las demás quieren imitarla, verbigracia, la nueva filial de Iberia, llamada Iberia Express y dispuesta a aplicar las mismas prácticas tremebundas, que desembocarán en que paguemos por ir al baño, que los obesos tengan que comprar dos billetes y que sea posible darle una colleja al viajero preguntón. Los geniales Morancos ya vaticinaron hace años lo que iba a ocurrir:



    Y para quién no aprecie el humor astracanado pero a mi juicio genial de los Morancos, queda la versión del genio Forges, que en esta viñeta vieja ya de varias temporadas nos muestra una vez más su clarividencia:



   Que disfruten ustedes de sus vacaciones y si viajan en alguna cutrelínea, paciencia...y que la fuerza les acompañe.

martes, 27 de marzo de 2012

Pruebas no superadas

    En la última entrada, tras un par de semanas muy negras, prometí volver por los caminos de la sátira, para lo cual, visto lo que veo a mi alrededor, he de hacer un supremo esfuerzo. Así que no esperen comentarios sobre las elecciones andaluzas ni sobre lo que se juega Obama en el caso de que los jueces del Supremo le digan que de reforma sanitaria, nada. Ni tampoco hablaré de los insultos que Mourinho lanza a las gradas de media España, ni sobre la indecencia de que exista un deporte llamado Fórmula 1 (y que lo llamen deporte) donde un espejo retrovisor roto cuesta 5000 euretes de nada. 

    Pasaré por alto el que en un colegio asturiano que está que se cae a pedazos y donde no hay presupuesto municipal para arreglos, los alumnos vayan a clase con casco de obreros y que el niño espabilado y simpático que sale haciendo las declaraciones al Telediario se llame Bruce Sting González (criaturita!). Ni siquiera me voy a meter con el cambio de hora que me tiene desde hace dos días noqueada de sueño ni con la subida del precio de los huevos. Como no voy a hablar de todo ésto que es para llorar, me tengo que buscar un tema para reir, y a día de hoy no tengo nada más a mano que reírme de mí misma, que además es un ejercicio muy sano.

    Resulta que yo soy analfabeta funcional, y ya puedo estar contenta de tener un diagnóstico, porque en mi infancia y (primera) juventud todos a mi alrededor se limitaron a llamarme torpe, que tiene menos lustre como adjetivo. Se va acercando la fecha en la que cumpliré un año más y veo que de ese mal no mejoro, y que todas esas operaciones simples que soy incapaz de hacer desde siempre se me siguen resistiendo. 

    El ejemplo más gráfico es montar un mueble del IKEA, labor  para la cual  manifiesto mi total incapacidad, con instrucciones o sin ellas. Las nuevas tecnologías me traen por la calle de la amargura y aunque me peleo contra ellas y contra el sistema operativo que sea por no quedarme atrás, hay cosas que me superan, como hacer convenientemente un copy-paste y que el texto no se vaya de paseo por el hiperespacio para no volver jamás. Y lo mismo vale para cualquier electrodoméstico o pequeño aparatejo: no tengo GPS por no tener que aprender a usarlo, y eso que me paso los fines de semana perdida por las periferias buscando el Decathlon o cualquiera de esos sitios de bolas para cumpleaños a los que invitan a mis hijos. 

    Queda el capítulo doméstico, donde tengo varias pruebas de fuerza no superadas aún, como cogerle el bajo a unos pantalones, poner una lavadora de calcetines y conseguir casarlos todos sin que sobre ni falte ninguno, o planchar correctamente una funda nórdica para edredón ...prueben, prueben.  Ni que decir tiene que admiro a esa gente capaz de tapizarse ellos mismos una butaca o cambiar la rueda de un coche cuando en la vida cotidiana son profesores de latín, por ejemplo. Lo de que nunca es tarde es un refrán mentiroso, que también los hay;  yo ya he llegado más que tarde para mejorar mi torpeza.

    Menos mal que la madre naturaleza no se cebó excesivamente conmigo y me dejó alguna cosilla para manejarme en la vida, como cierto espabilo, buen oído para los idiomas y las neuronas justas para hacer una carrera, un doctorado y una oposición en una época de la historia en la que estudiar aún servía para encontrar un trabajo. Sólo en esa parte de mi vida me gritaría el presentador del programa "prueba superada"!  Me pregunto qué les podremos gritar a nuestros herederos el día de mañana como ésto no mejore...uy! ya vuelvo a la canción protesta, mejor lo dejo aquí. Buenas noches.

jueves, 22 de marzo de 2012

Fútbol es fútbol...no siempre

    Para hablar de fútbol también hay que hacer referencia a los clásicos, pero en este caso, a los clásicos del gremio entre los cuales nadie me discutirá que está Johan Cruyff, ese señor que jugaba en el Barcelona, que después fue entrenador, que fumaba como una chimenea y que después de darle un infarto sustituyó el cigarrillo por un chupa-chups, y que hablaba y habla español bastante mal. Era un genio del balón, dicen los entendidos entre los cuales no me encuentro, y un día soltó una frase lapidaria: "al fútbol se juega con el cerebro"; fue hace más de veinte años, y no se si el señor Cruyff se atrevería a decir lo mismo a día de hoy. 

   El fútbol ya es cualquier cosa menos deporte, y me reitero en mi afirmación después de haber asistido a alguno de los partidos que juega mi hijo en el campeonato de su colegio, que consisten básicamente en darse coces, mentar los unos a la madre de los otros, correr de un lado para otro sin hilvanar ni media jugada porque todos son unos chupones y todos quieren ser el que marca el gol. En esos campeonatos colegiales todas las decisiones del árbitro se protestan, todos niegan haber sacado el balón fuera de la raya y cuando un jugador cae al suelo nadie para el juego; ya ni hablemos de darle la mano al contrario cuando se acaba el partido. Es ésto fútbol? yo diría que no. 

    En Estados Unidos, el fútbol que nosotros practicamos y que ellos llaman "soccer" es un deporte con mucho predio entre las chicas, que juegan  más que los varones, a quienes atrae más ponerse un casco y cargar contra el enemigo cuales arietes a las puertas de Troya en eso que ellos llaman fútbol y que es la versión americana; parece ser que las hijas de Obama son grandes jugadoras de este "soccer" que allí tiene poco éxito y que debe ser una versión bastante más civilizada que el nuestro. Por cierto, en el campeonato escolar de mi hijo los equipos están obligados a alinear dos chicas (para que vean como se pueden aplicar las cuotas de género desde muy temprana edad) lo cual ya he visto que no sirve de mucho pues las chicas se entretienen en contarse sus cosas durante el partido, nadie les pasa el balón y mientras tanto los gallitos de pelea se reparten mandobles y se pegan gritos unos a otros. ...y a ésto lo llaman deporte de equipo! Huelga decir, como ya he insistido en otras tantas entradas de este blog, que  a esta generación lo único que les interesa es ganar y que lo de jugar bien es accesorio.

    A mí me ha salido un hijo futbolero por generación espontánea, y cuando veo este panorama y los modelos en los que se puede fijar, que van del grosero Mourinho a todos esos horteras llenos de tatuajes y vestidos de marca hasta los calzones, casi que me gustaría que se aficionase a tiro con arco o incluso a la lucha libre, que debe tener sus reglas y ser un deporte civilizado en el fondo.

    El fútbol ya no es fútbol sino un circo propiedad de constructores, petroleros y otros millonarios de dudosa reputación (hasta Berlusconi es dueño de un club de fútbol). Ya no juegan los héroes de nuestra infancia sino una panda de señoritingos con el pelo teñido y mucho amor por las modelos de pasarela y los coches caros. Yo no se cómo pretendemos que de eso salga algún ejemplo válido para nuestros chavales. Cierto es que en el caso de España nos ha dado algunas alegrías pasajeras en los últimos años, aunque me temo que en el catálogo de alegrías, más de uno cambiaría el ganar la próxima Eurocopa por conseguir un empleo o cancelar su hipoteca. 

    Cuando metí la palabra "juego limpio" en Google me encontré con un cortometraje esclarecedor, que miren ustedes por donde lo ha realizado un viejo amigo mío y tiene ese mismo título. Es un poco largo pero tengan paciencia al visionarlo, porque lo mejor viene al final. Con él les dejo, para que lo disfruten y aprecien el talento narrativo y cinematográfico de mi amigo y para que reflexionen sobre la posibilidad de que nuestros herederos hagan deporte y no se limiten a darse patadas unos a otros corriendo detrás de un balón. 



martes, 20 de marzo de 2012

Abrazados a la miseria

    Tengo una muy querida amiga que vive en una población extremeña y con la cual sólo me veo de verano en verano. Allí en la playa nos contamos nuestras respectivas vidas, que van por caminos bastante opuestos,  y entablamos largas conversaciones en las cuales aprendo mucho más yo de ella que ella de mí, a pesar de pasarme yo el día trotando por Europa. Mi amiga, entre bromas y veras me insiste en que desde hace tres o cuatro años  ella vive "abrazada a la miseria", yo se que no es verdad, aunque puede que desde que nos llovió esta maldita crisis o recesión o lo que sea, quizás sea más verdad que antes. Y es más verdad también para varios miles de españoles que han pasado en poco tiempo de ser nuevos ricos a ser pobres de nuevo. 

    Como no soy política puedo propinarles unas cuantas estadísticas sin que me acusen de manipularlas con fines partidistas. En 2007 Cáritas ayudaba económica y materialmente a 700.000 familias (emigrantes en su mayoría) a finales del 2011 las ayudadas ya pasaban del millón y de ellas, un 40 por ciento eran españolas. El próximo verano dejará en casa a un 39'4 de las familias españolas, que no pueden permitirse ningún tipo de vacación fuera de sus casas; un 35'4 ya no pueden afrontar gastos imprevistos como una factura de gas un poco más elevada y 21'8 de las familias españolas son ya o está a punto de ser declaradas oficialmente "pobres" por el Instituto Nacional de Estadística. 

    Todo el mundo tiene ya una historia de miseria, o de desahucio que contar cuando hasta no hace tanto a toda España parecía haberle tocado la lotería: el que no se acababa de comprar un piso estaba a punto de comprar otro más grande, las televisiones cupaban paños de pared, los coches se compraban por metros y los centro comerciales eran mercados de abastos llenos de cacharros miles que siempre encontraban comprador...hasta que ya no lo encontraron más. 

    Los nuevos pobres han sido antes nuevos ricos que tenían casa, coche, veraneo y varios aparatos que empiezan por "i". No es fácil para esta gente admitir su nueva situación, no son parte de las generaciones de españoles que tuvieron que ahorrar en algún momento de sus vidas, o que vieron como ahorraban sus abuelos. No tienen en su ADN ciertos hábitos como comprar tomates sólo en verano, ponerle parches a los guantes de fregar cuando se rompen, hacerle 200.000 kilómetros a los coches, comer legumbres, apagar las luces y heredar de hermanos mayores, primos y vecinos todo tipo de ropa y calzado. A lo más que han llegado, siguiendo la tendencia de los tiempos es a crear páginas web donde encontrarse y darse consejos; échenles un vistazo, parten el corazón y nos enseñan lo que es vivir a dos velas: www.elsnouspobres.wordpress.com, www.acabaconlacrisis.es. Cuando uno ve por las calles a esta gente quién diría que son pobres de verdad, siguiendo el concepto que tenemos de la miseria en el primer mundo. Porque no olvidemos que a pesar de que la marea de la pobreza nos moje los pies, el Tercer Mundo sigue siendo paupérrimo y en él alrededor de 23.000 personas mueren de hambre cada día, si a nosotros la crisis nos golpea, a ellos los entierra en vida, y con este panorama a ver quién es el guapo que sale con una pancarta a la calle a pedir de nuevo el 0'7 para la cooperación internacional...

    En estas reflexiones estaba yo cuando recordé aquella estrofa de "La vida es sueño" que todos  alguna vez y en algún curso de la EGB tuvimos que recitar:

Cuentan de un sabio que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas hierbas que cogía.
Habrá otro, para sí decía,
más pobre y triste que yo?
y cuando el rostro volvió
halló la respuesta, viendo
que otro sabio iba cogiendo
las hierbas que él arrojó. 

    Me escribe mi sabia amiga extremeña contándome el estado de la cuestión y sacando como conclusión que la pobreza es muy mala. Cierto es, y peor quizás el haber sido pobre, nuevo rico, y pobre de nuevo...

domingo, 18 de marzo de 2012

Dictaduras de alta costura.

    Llevamos una semanita en la que no vemos más que cadáveres infantiles en las noticias; horrible ha sido  el accidente de los niños belgas, que se ha llevado por delante a 22 de ellos, y no menos horrible el principio de la semana, con el descubrimiento de otra cincuentena de muertos inocentes, buena parte de ellos niños ,también en la ciudad mártir de Homs, en Siria. Dos noticias tristes con un resultado tremendo pero con un origen muy distinto: la primera ha sido un desgraciado accidente, la segunda, la obra de unos desgraciados asesinos en un país desgraciado donde las desgracias no van a dejar de acontecer por el momento. 

     La primavera árabe quiere llegar y no llega a Siria, allí el gerifalte de turno se agarra al poder como sabe y como puede, y como han hecho todos los demás al principio, promete reformas políticas y hasta promulga nuevas constituciones sin que la población, pobre pero no tonta, se lo trague. En occidente hacen lo posible para quitárselo de encima como ya hicieron con los anteriores, pero éste se resiste como gato panza arriba y  se levanta cada mañana mirando a La Meca (puede ser) y a Moscú (porque debe). De la geopolítica del asunto dejaré que hablen otros mucho más entendidos que yo, de la trastienda de estas primaveras árabes sí me atrevo a hablar porque lo que cuento a continuación es sólo fruto de la observación que, como cualidad, está al alcance de todo hijo de vecino.

    Se han fijado ustedes en lo poco que tardaron en caer algunos de estos dictadores comparados con lo correosos que se pusieron otros? El tunecino Ben Alí, feo y cateto donde los hubiera salió por piernas en pocas semanas y con él su señora, igualmente mandona, fea y cateta. En Egipto cayó el mandamás con un poco más de fatigas, y cayó él mismo, fatigado, viejo y enfermo como estaba; de su señora no hay noticias. Como tampoco las hay de la señora del dictador Yemenita, otro que duró lo que un castillo de naipes. Gadafi pagó con su vida y fue un tanto duro de pelar. A quien no debió haber pagado debidamente fue a su cirujano plástico, que le dejó un careto de risa cuando era un hombre bastante atractivo en su juventud; y con ese careto y esos disfraces se paseaba por todas las capitales europeas, plantando su tienda de campaña y su ejército de explosivas amazonas allá donde fuera y vendiéndonos  su gas a cambio de que hiciéramos la vista gorda.

    No pasaron de la revuelta en Jordania, donde por ahora parece que están tranquilos, en un país gobernado por un rey bajito que tiene la habilidad de caer bien y estar casado con una señora que presume de universitaria, moderna, occidentalizada y con inquietudes sociales y reivindicativas del papel de la mujer árabe (con resultados bastante escasos hasta el momento) pero, ay! parece que la reina jordana es una "fashion victim", que gasta un potosí en cada viaje a París o Milan, y que eso, en un país de gente misérrima, no parece que se compense con las inquietudes pseudo-solidarias de Su Majestad. En Marruecos ni siquiera se han revuelto aún, porque el gobernante está demostrando el mismo talento que su difunto padre en hacerse amigos en occidente y de paso, se ha casado con una mujer pelirroja que parece europea, se viste como una europea, gasta título universitario y discrección, hasta ahora. Se diría que el casarse con una belleza de corte occidental te pone a recaudo de las iras revolucionarias del pueblo... ya  se que la conclusión es bastante simple, pero la coincidencia es curiosa.

    Hasta que llegamos a Siria, donde el tirano es médico oftalmólogo educado en una universidad británica, tiene la percha de un duque alemán y una mujer alta, delgada, distinguida, discreta, licenciada en literatura por una universidad francesa y protagonista de muchas páginas de revistas de moda y actualidad por simbolizar eso que érroneamente llaman "la nueva mujer árabe". Para ironía, resulta que la señora del dictador sirio ha nacido en Londres, pero su familia es originaria de Homs, donde mujeres y niños perecen como chinches ante las bombas que les manda el ejército de su cónyuge y de donde sacan a los periodistas en camilla o en ataud por haber ido a informar de lo que está pasando. La  que era paradigma de la nueva mujer árabe, licenciada en literatura francesa, no parece haber leído mucho  a Rousseau durante la carrera y se ha convertido en una mujer árabe tradicional que asiente y calla ante las atrocidades que comete su marido por no querer abandonar un trono que, a priori ni siquiera le estaba destinado (por eso estudió medicina) pero que ha acabado teniendo que ocupar y gestionar tan sanguinariamente como sus predecesores. Ser dictador ya es fruto de muchas pájaras mentales, pero  pertenecer a una familia de dictadores y tener que serlo por imposición familiar te debe procurar un abono al sillón del psicoterapeuta de por vida.

    Salir en el "Hola" y en el "Paris Match" les ha dado a los Assad unos años de demora para caer en desgracia; en las dictaduras, como en todo, hay clases, y más vale ser alto, educado,  bien plantado y sobre todo bien vestido, para mantenerse en el poder con el consentimiento occidental. Me gustaría saber cuánto tiempo habrían durado éstos si fueran tan feos y horteras como lo eran los mandamases tunecinos. Hasta para ser un asesino hay que tener clase, es triste pero así es. Disfruten de lo que queda del domingo y esperemos que el lunes no nos traiga más cadáveres infantiles. 

viernes, 16 de marzo de 2012

Democracia arrodillada

    Erase una vez una tierra formada por poca tierra firme y muchas islas desperdigadas por un mar azul a rabiar a la que llamaron la cuna de la civilización occidental esto es, la nuestra. Esta tierra estaba habitada por unos dioses bastante simpáticos, porque tenían forma humana y humanos vicios, como comer, beber, acostarse con la mujer del prójimo y pelearse por un quítame allá esas pajas. El padre de todos ellos, un tal Zeus, se encaprichó de una bella moza llamada Europa, y para seducirla sin que ella se enterara se transformó en toro blanco y se la llevó a la grupa por varias tierras a las que Europa daría su nombre, y como estaba coladito por ella, hasta creó una constelación de estrellas en forma de toro para recordarla eternamente. 

   De los habitantes de estas tierras de carne y hueso y no mitológicos, nos han llegado a nuestros días unas cuantas ocurrencias  útiles (la democracia, la filosofía) y varias palabras de uso corriente: política, olimpiada, maratón, oligarquía, teléfono, cardiólogo. Por no meternos a comentar la cantidad ingente de restos arqueológicos suficientes para rellenar varios museos del mundo, un alfabeto peculiar y ampliamente utilizado en cientos de aplicaciones científicas, y tres señores que cuando los leíamos por orden de nuestros maestros nos parecían un rollo pero que son, a lo tonto, los padres de todo el pensamiento moderno, a saber: Sócrates, Platón y Arístoteles. 

    De esta tierra de mares azules y paisajes de cortar el aliento vinieron cosas tan fundamentales para nuestra vida cotidiana como el tornillo, la polea, la palanca, el principio de flotación de los cuerpos y el número aúreo o buena parte de la geometría tal como hoy la conocemos. Entre Pitágoras, Euclides y Arquímedes se las arreglaron para que todas las generaciones de escolares de varios siglos tuvieran que aprenderse  ese verso tan conocido de "todo cuerpo sumergido en un fluido" o aquel otro de "la hipotenusa al cuadrado es igual a la suma de"...entre otros muchos que conservamos en la memoria con más precisión que el Padrenuestro. De esta tierra cantó sus glorias Homero, y ahora parece que no nos queda más remedio que cantar sus penas. 

    Y como las tierras bendecidas por los dioses tienen camadas sucesivas de genios, pasados los siglos y los inventos, y los templos destruidos y las guerras perdidas y ganadas, la tierra de las mil islas nos ha regalado a los europeos (bautizados así gracias a una de las muchas canas al aire de Zeus) la voz de María Callas, la música de Theodorakis, la poesía de Kavafis, las películas de Angelopoulos, la mirada de Melina Mercouri y el morbo de la vida de Onassis; por ponernos generosos hasta nos han dejado a Demis Roussos y Nana Mouskouri, que también tienen su público, caramba!

   Y aquí estamos ahora los europeos a vueltas con esta tierra, pero no porque hayan dejado de regalarnos genios, monumentos que visitar y playas donde recostarse,  sino fundamentalmente porque nos han montado un lío monetario del cual tienen ellos buena parte de culpa, pero al cual nosotros no le encontramos más respuesta que reñirlos como a los niños malos  y aplicarles un castigo llamado austeridad que va a dejarlos con telarañas en los bolsillos durante varias generaciones. Los niños griegos, que son malotes,  han hecho trampas y les hemos pillado con las manos en la masa  porque sus gobernantes son unos jetas y porque los oscuros señores de los mercados ya habían decidido antes que ya bastaba de "euro-alegrías".Habrá quien añada que cada pueblo tiene el gobierno que se merece, en el caso griego da miedo pensar que ese pueblo que nos legó la democracia viva gobernado por semejantes mequetrefes. O hubo por el camino, desde Pericles hasta nuestros días varios eslabones perdidos, y de lo que hubo, ésto es lo que nos ha quedado...qué pena...

    Los europeos, los mercados, y quién sabe quién mas estamos dando una bonita lección de como poner a un país de rodillas. Menos mal que es Grecia y no Alemania, porque la última vez en la historia que se humilló de esta manera a la nación germánica fue en los años 20 y 30 del siglo pasado y miren ustedes la que se armó después...

domingo, 11 de marzo de 2012

Esos locos bajitos

    Así llamaba el gran Gila a los niños, y así lo recogió el no menos grande Serrat en una canción. Y así pensamos nosotros que se nos van  a quedar eternamente los herederos,  pero la gracia es que crecen y sale a la luz en muchos casos el monstruo que habita en ellos. Viene a cuento esta reflexión porque el pasado fin de semana "El mundo" dedicaba varias páginas especiales al acoso escolar, esa plaga que tendemos a banalizar como hacemos con la violencia de género, y que situamos siempre en barrios periféricos llenos de familias en paro y de emigrantes, cuando sabemos que con los acosadores ocurre como con los maltratadores, que no conocen clase social, ni frontera geográfica, ni hacen diferencia entre la escuela de barrio o el centro bilingüe de a millón la matrícula. 

    Como yo siempre he sido un ratón de biblioteca y ahora Google me lo pone fácil, me ha dado por consultar las cifras del acoso escolar en varios países supuestamente civilizados, y compruebo con pena que tenemos en España el dudoso honor de llevarnos la medalla de plata en las olimpiadas de acosadores,siendo la de oro es para los ingleses. Y como yo soy española y madre de unos niños que van a una escuela más o menos española (donde también hay niños ingleses) el dato estadístico me produce un cierto escalofrío, para qué negarlo.    Y por qué razón seremos los españoles más acosadores? Y si no lo éramos antes por que sí lo somos ahora? No soy psicóloga ni pedagoga, no soy mas que una madre de familia, lectora ávida de mucha prensa y observadora de la realidad; y con estos mimbres he armado el cesto de mi teoría, que pueden ustedes compartir o no. 

   Para mí que el problema tiene en buena parte una vertiente demográfica y me explico. En España las familias solían tener cinco o seis hijos y en ese tropel, facilmente había siempre una oveja negra, cuando no dos. Nuestros padres se resignaban a que algún hijo entre tantos les saliera rana, y a éste lo castigaban y metían en vereda como podían; y si no podían, procuraban que no contagiara a los demás, a los que se les aplicaba la ley marcial si cabe por partida doble. Y cuando la prole era reducida y brillaba por su ausencia el garbanzo negro, se practicaba la mano dura por igual no fuera a ser que encima de pocos alguno se torciera. 

    Ahora tenemos un hijo o como mucho dos. Intentamos criarlos llenándolos de valores: la democracia, la tolerancia, el respeto, la libertad, la solidaridad. Pensamos que se puede dialogar con ellos todo lo que nuestros padres no dialogaron con nosotros, y así nuestras casas se han convertido en una Suiza permanente donde hasta el postre se somete a referéndum. Los que pueden (e incluso a veces los que no pueden) no se paran en jarras a la ahora de darles lo mejor: la mejor alimentación, los mejores médicos, los mejores colegios. Queremos que toquen el piano como Barenboim, que bailen como la Paulova (o eso se pretende) queremos que salgan bilingües de unos colegios donde los profesores son de Navalcarnero, que todos vayan a Oxford y que todos sean consejeros de un banco.   Salen de noche a una edad a la que nosotros apenas salíamos a por el pan, tienen teléfonos móviles de prestaciones inimaginables y por supuesto mejores que los nuestros y van al colegio vestidos como mamarrachos pero con zapatillos a precio de mocasines italianos y sudaderas de Abercrombie que cuestan lo que un mes de luz y agua. 

    Les hemos educado con respeto, lo que implica un cierto grado de consentimiento y pocas veces el llevarles la contraria. Nos parece que, con todo ello, hemos criado una generación de criaturas excepcionales que no nos pueden fallar y claro, cuando fallan el batacazo es para nosotros. Y nos fallan porque incluso esos locos bajitos convertidos en adolescentes primorosos, arreglan sus diferencias a puñetazos, de vez en cuando recurren al insulto racista (y el fútbol tiene mucha culpa de ello) o se dedican a mandar correos electrónicos insultantes a la víctima elegida generalmente en compañía de sus cuates, tan faltones y groseros como sólo una banda de adolescentes desaforados puede serlo. No nos entra en la cabeza que nuestro adorable querubín pueda ser un energúmeno como los demás...Y vaya que si pueden!

    Todo nuestro esfuerzo educativo concentrado en un sólo ser humano se va al garete porque se nos olvidó un detalle: decir que no frecuentemente, recordarle al muchacho que no es maravilloso ni divino, sino un niño,y como tal, sometido a la autoridad de los mayores. Nuestros excepcionales y maravillosos hijos, esos locos bajitos que hemos criado en democracia y en abundancia pueden ser tan majaderos como pensamos que son los hijos de los demás...y no están los tiempos ni los relojes biológicos como para tener media docena de hijos para remediarlo, así que, apliquémonos y repartamos cordura y disciplina  con el que tenemos! Feliz semana. 

jueves, 8 de marzo de 2012

Mujeres trabajadoras por un día?

    Vaya por delante que me revientan los "días de": empezando por el de la madre, acabando por el del padre y pasando por el de los enamorados, el del hambre y  los de todas las enfermedades conocidas, incluidas las hemorroides. Me revienta la sobrecarga mediática antes del "día de" y el olvido posterior, que dura sistemáticamente  hasta el año siguiente. 

   Ahora bien, una vez metida a bloguera, reconozco que los "días de" son muy útiles en caso de falta de inspiración, lo cual me pasó ya en San Valentín, confieso. Quizás hoy, precisamente hoy, día de la mujer trabajadora (conocen a muchas que no lo sean? ) tenga uno de esos días espesos así que aprovecho la coyuntura y recurro a un clásico (como también hice en San Valentín):




    No se queden en la superficie del dibujo, dedíquenle unos minutos, obsérvense las caras de los personajes, la escena, el mensaje, y recordemos que está dibujada por un hombre que no es un hombre cualquiera, sino uno de los mejores observadores de la realidad cotidiana que jamás ha tenido nuestro país. 

    Forges publicó esta viñeta hace una pila de años, sigue siendo de rabiosa actualidad, presiento. Sigue siendo más explícita que muchas declaraciones de principios, proclamo. Forges sigue siendo un genio, concluyo.

lunes, 5 de marzo de 2012

Nombres propios y nombres inapropiados.

    Les aseguro que llamarse María de la Concepción y vivir en el extranjero no es fácil. Hay que explicar que Concepción forma parte del nombre y que no es el primer apellido, que el María no se puede suprimir aunque en algunos documentos oficiales españoles lo pongan abreviado; y después hay que ponerse a explicar que Concepción y Concha es lo mismo, aunque lo segundo no tenga valor legal. Llegados a este punto de la conversación, es cuando a una le preguntan aquello de "- pero "Concha" es como la concha del mejillón, de la almeja, etc.?" y si además hay algún chileno o argentino en la audiencia, hay que esperarse el consabido chistecito, porque para ellos "concha" tiene un significado bastante alejado de la almeja y de cualquier otro molusco de la mar oceana. Y hace sólo un año, comprando café en una tienda de Bogotá, a la dependienta le dió la risa floja al oir mi nombre porque "Conchita" es la burra que acarrea el café de Juan Valdés, el del anuncio, se acuerdan? 

   Ya les digo, cada uno va con una losa a cuestas caminando por la vida, la mía es mi propio nombre de pila. La verdad es que para vivir más alla de los Pirineos, encuentro bastante más práctico llamarse Wendy, Bárbara o simplemente María, pero ninguna de esos tres era el nombre de mi madre y ni el de mi abuela, así que con Concepción tengo que cargar. Por cierto, les reto a que busquen por España alguna Concha o incluso Conchita que tenga menos de 35 años, a ver si la encuentran...

   Intuyo que, sin embargo, mi losa es pequeña comparada con la que van a tener que acarrear algunos el día de mañana gracias a los caprichos de sus progenitores. En el caso español, la democracia nos liberó del peso del "María" por obligación delante de cualquier nombre, liberó a las Lolas de llamarse Dolores (que para explicarlo fuera de España también debe ser la monda) y aligeró la presencia nominal de todas las Vírgenes del santoral en las familias; pero también abrió la puerta a muchos desmanes que espero que en los registros civiles se hayan preocupado de limitar y corregir. Y claro está que fuera de España existen nombres y excesos ridículos. Me cuenta un amigo que el reino de la extravagancia en este campo es la República Dominicana, donde él conoció hace años a un señor que se llamaba "Paracetamol"!

    Valga toda esta introducción para llegar al planteamiento del día: ya no basta con poder llamarse como uno quiera sino que, además, hay que cambiar el nombre original en una letra o dos para que la cosa sea, si cabe, aún más original. Y de ahí viene la proliferación de Monikas (por Mónica) o Helena por Elena, por ejemplo. Arantxa por Arancha cuando no se tiene una sola gota de sangre vasca (la tenista se hace llamar así, otra causa más para litigar con sus padres?). Surgen las Daniellas (que no Danielas) en Móstoles y los Raimon (en vez de Ramón) en Huelva, y de éste último doy fe porque lo he oído. Nuestra futura reina se llamará Letizia con "z" porque dice su biografía oficial que el funcionario del registro civil de Oviedo que la inscribió era italiano y cometió tal error...con una hermana que se llama Thelma (con "th") no me convence demasiado la explicación.

    Comprendo que el vasco quiera llamarse y hacerse llamar Xabier por Javier, y que el catalán exija el Joan en el lugar de Juan, pero no comprendo al castellano de Ciudad Real  casado con una de Guadalajara,   que deciden que su retoño en vez de llamarse José como él mismo, pase a llamarse "Josh", que es casi lo mismo pero no igual, y que va a obligar a la pobre criatura a pasarse la vida dando explicaciones. 

   Se acuerdan de aquel chiste tan viejo y tan tonto en el que el indio niño le preguntaba a su padre por qué sus hermanos se llamaban "Flor del desierto" o "Halcón invencible", y que el padre, Gran Jefe indio le contestaba diciendo: -"vamos a ver "Goma Rota"...Quién sabe si de aquí a unos años no acabaremos así...

jueves, 1 de marzo de 2012

Se me ocurre

     En el día en que por enésima vez los políticos comunitarios se reunen para elaborar el enésimo documento de buenas intenciones que luego resultan en otra vuelta de tuerca a los apurados bolsillos del contribuyente, se me ocurre que hay un señor llamado Paul Krugman que es premio Nobel de economía (algo sabrá, digo yo) y que escribe cada domingo en las páginas de negocios de "El País" y dice cosas que yo entiendo y me parecen bastante sensatas y que van por la vía contraria de esa maldita austeridad que nos está matando, y nadie le hace caso. Se me ocurre que quizás sí podrían hacerle un poco de caso, visto que la receta que ellos aplican no funciona. 

    En los días en los que los barones autonómicos (de donde vendrá lo de "barones"?) le dicen al gran jefe que ya no queda tela para tanto tijeretazo, se me ocurre que ellos también podrían leer a Paul Krugman, ya que está traducido y no hay que quemarse las meninges en el esfuerzo. 

    Se me ocurre que tenemos (o mejor que tienes ustedes los que viven en España) una Seguridad Social primorosa que, a pesar de sus listas de espera cura por igual a ricos y pobres, con coste cero para sus bolsillos. Y que aunque le echemos la culpa a los políticos de querer cargársela, resulta que los ciudadanos, a golpe de acumular medicinas que no necesitaban y antibióticos que se hacían recetar, de ir los jubilados casi cada día a tomarse la tensión y de acudir los padres a las urgencias a curar un resfriado del niño, son los que de verdad empezaron ya hace tiempo a cargársela. También se me ocurre que quizás pagando una mínima parte por anticipado se pudieran frenar los abusos o al menos desanimar a los adictos a la penicilina. 

    Se me ocurre que se pueden costear más kilómetros de AVE para contaminar menos con el transporte y dar un poco de trabajo a tanto parado y de paso cerrar los aeropuertos para conejos en los que ya no hay dinero para hacer que, a golpe de subvención, vengan los aviones de Ryanair cargados de ingleses borrachos o dispuestos a emborracharse. 

    Se me ocurre que la justicia no debe depender del poder político de turno. Se le ocurrió hace tiempo a Montesquieu (en 1748 concretamente) y parece que muchos quedaron convencidos durante más de dos siglos, cual no es el caso de nuestra querida España, que ya sabemos que "Spain is different"...y en este campo la originalidad no es buena. Y ya que estamos con la cosa judicial y visto la que se ha liado en el último mes entre el que se libró de la condena por unos trajes y el que fue condenado por escuchar lo que no debía, con todo el remolino de opiniones para todos los gusto que la prensa internacional nos ha dedicado; el siguiente procesado estrella de los juzgados de Mallorca quizás debiera salir con un escarmiento un tanto ejemplar, aunque sólo sea para que su Augusto suegro, que está el hombre ya un poco mayor, viva tranquilo en Madrid y no en Suiza y por la fuerza. 

    Se me ocurre que todos los que se dedicaron a comprar pisos en las periferias que nunca pensaron habitar, pero sí venderlos a millón el metro cuadrado, van a tener que empezar a soltarlos por bastante menos del millón que esperaban. Y ya de paso, que puestos a pagar todos lo que debemos, tomemos nota de los italianos (por una vez) y hagamos que la Iglesia Católica pague el IBI, ya que por otro lado seguimos subvencionándola entre todos. Sería un gesto, se me ocurre. 

   Y se me ocurre que las aceras y las papeleras, las farolas y los árboles, los jardines y las plazuelas son bienes públicos, y que si los escolares ya no van a estudiar educación a la ciudadanía y a sus padres se les olvida recordárselo, que les pongan a todos los elementos del mobiliario urbano un cartelito que diga "si lo rompes o lo ensucias, lo tendrán que pagar tus padres con sus impuestos y no te darán para el móvil".

    Y si todo esto se me ocurre a mí, que no soy nada ni nadie, por que no se le ocurre a los que nos gobiernan? Y si se les ocurre por qué no lo ponen en práctica? Y si no lo hacen porque les da miedo que no les voten, quién les dijo que tenían que ganar siempre? Las elecciones se pierden como se perdía en el patio del colegio jugando a las chapas, y no pasa nada. Pero eso nadie se lo cuenta a nuestros niños que luego se hacen adultos pensando que sólo se puede ganar, y así estamos...Se me ocurre!